Investigadores descubren que la memantina podría usarse para prevenir o retrasar la progresión de la enfermedad
Alrededor del 50 por ciento de las personas que alcanzan la edad de 85 años desarrollará la enfermedad de Alzheimer y la mayoría de ellos morirá unos cinco años después de mostrar los síntomas característicos de la enfermedad: pérdida severa de la memoria y una disminución precipitada de la función cognitiva. Pero los procesos moleculares que la provocan habrán comenzado años antes.
Actualmente, no hay formas conocidas de prevenir la enfermedad o detener su progresión una vez que ha comenzado. Pero una investigación en la Universidad de Virginia (UVA), en Estados Unidos, ofrece una nueva comprensión de cómo se desarrolla la enfermedad a nivel molecular, mucho antes de que ocurra un daño neuronal extensivo y aparezcan los síntomas.
Los investigadores han descubierto que la memantina, un medicamento aprobado en Estados Unidos y Europa que se usa actualmente solo para aliviar los síntomas de la enfermedad de Alzheimer de moderada a grave, podría usarse para prevenir o retrasar la progresión de la enfermedad si se usa antes de que aparezcan los síntomas.
La hipótesis de cómo funciona
La investigación, publicada en la vesión online de la revista ‘Alzheimer’s & Dementia‘, también ofrece una hipótesis, basada en una amplia experimentación, sobre por qué esto podría funcionar.
“De acuerdo con lo que hemos aprendido hasta ahora, en opinión nunca podremos curar el Alzheimer mediante el tratamiento de los pacientes una vez que se vuelven sintomáticos -avisa George Bloom, profesor de la UVA y presidente del Departamento de Biología, que supervisó el estudio en su laboratorio–. La mejor esperanza para conquistar esta enfermedad es primero reconocer a los pacientes que están en riesgo y comenzar a tratarlos profilácticamente con nuevos medicamentos y tal vez ajustes en el estilo de vida que reducirían la velocidad a la que avanza la fase silenciosa de la enfermedad”. A su juicio, con ello se evitaría que se presentara la enfermedad.
A medida que comienza la enfermedad de Alzheimer, hay un período prolongado, tal vez de una década o más, en que las neuronas cerebrales afectadas por la enfermedad intentan dividirse, posiblemente como una forma de compensar la muerte de las neuronas. Esto es inusual porque la mayoría de las neuronas se desarrollan prenatalmente y luego nunca se dividen nuevamente. Pero en la enfermedad de Alzheimer, las células hacen el intento y luego mueren.
Muere el 30 por ciento de las neuronas
“Se ha estimado que hasta el 90 por ciento de la muerte neuronal que ocurre en el cerebro de pacientes de Alzheimer sigue este proceso de reentrada del ciclo celular, que es un intento anormal de división”, ha explicado Bloom. “Al final del curso de la enfermedad, el paciente habrá perdido alrededor del 30 por ciento de las neuronas en los lóbulos frontales del cerebro”.
Erin Kodis, un exestudiante del laboratorio de Bloom y ahora un editor científico en AlphaBioCom, considerea que la hipótesis de que el exceso de calcio que entra en las neuronas a través de los canales de calcio en su superficie hace que esas neuronas vuelvan al ciclo celular. Esto ocurre antes de una cadena de eventos que finalmente producen las placas que se encuentran en el cerebro del Alzheimer. Varios experimentos de Kodis finalmente demostraron que su teoría era correcta.
Los ‘bloques de construcción‘ de las placas son una proteína llamada oligómero beta amiloide. Kodis descubrió que cuando las neuronas están expuestas a oligómeros amiloides tóxicos, se abre el canal, llamado receptor NMDA, lo que permite el flujo de calcio que impulsa a las neuronas de vuelta al ciclo celular. La memantina bloquea la reentrada del ciclo celular cerrando el receptor NMDA, según descubrió Kodis.
“Los experimentos sugieren que la memantina podría tener potentes propiedades modificadoras de la enfermedad si pudiera administrarse a pacientes mucho antes de que se hayan vuelto sintomáticas y diagnosticadas con la enfermedad de Alzheimer”, apunta Bloom. “Tal vez esto podría prevenir la enfermedad o retrasar su progresión lo suficiente como para que la edad promedio de inicio de los síntomas podría ser significativamente posterior, si es que ocurre”, añade
Los efectos secundarios del medicamento parecen ser infrecuentes y poco importantes
Bloom ha señalado que los pacientes potenciales deberían someterse a exámenes de detección de biomarcadores de Alzheimer años antes de que aparezcan los síntomas. Los pacientes seleccionados entonces deberían ser tratados con memantina, posiblemente de por vida, con la esperanza de evitar que la enfermedad se desarrolle o avance.
“No quiero generar falsas esperanzas pero si esta idea de usar memantina como profiláctico sale bien, será porque ahora entendemos que el calcio es uno de los agentes que inicia la enfermedad, y podemos detener o ralentizar el proceso si se hace muy temprano”, precisa Bloom.
Bloom ya trabaja actualmente con en la Facultad de Medicina de la UVA para diseñar un ensayo clínico para investigar la viabilidad de usar memantina como una intervención temprana.
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